La soledad en continua metamorfosis.
Mutándose.
Soy:
la tarde en el museo, el pescador,
el cineasta maldito, el muerto,
el guerrillero romántico, mis relatos inconclusos,
las sabanas arrojadas a los fantasmas,
mis tazas de té hamacándose en las siestas,
las palabras al azar, las playas en abril,
las despedidas en la estación de trenes.
la noche germinándose a patadas,
el perfume del extravío.
Las soledades infinitas se yuxtaponen.
en las secuencias de los cuadros cotidianos:
Leo. Veo. |
Espero. Enciendo. |
Muero. Prendo. |
Apago. Entierro |
Debo reinventarme.
Las tareas me llaman a tenerme
a completarme
a existirme.
2 comentarios:
Esto que escribiste esta muy bueno. Me recordo al poema de un bitnik, creo que Gingsberg, que lei una vez en esa parte de la Ñ en la que publican poemas de escritores conocidos o desconocidos, y narraciones minimas; creo que en una parte hablaba del mar pero en lo que se acerca con este es en la cadencia descriptiva que nombra infinitamente, y amontona brutalmente varias imagenes de distinta naturaleza. Me gustó,saludos, Rubiano.
El q tiene mucho de Ginsberg es novero. Ese es un beatnik.
Emanuel
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