La lacaniana me dice que ella pregona la “cultura del trabajo y el esfuerzo”. Renglón siguiente, sentencia: “Hay que hacerse amigo del capitalismo”. Habla y no para de hablar; la escucho sin demasiadas expectativas. Espero que la conversación concluya y todo se extiende cuarenta minutos. Antes de apagar el celular pienso: de ponerla ni hablar… ¿no?
1 comentario:
Es genial, me halagaría que alguien escribiera algo así de mi.
¿Por qué tanto enojo señorita?
¿Acaso usted no estudia sobre el deseo y demás tópicos lacanianos?
¿o es posible que le tenga miedo a su propio deseo?
o quizás no tenga sentido del humor
Mariela
PD: no soy ni psicóloga, ni estudiante, ni he leído un solo libro de este señor.
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