miércoles, 20 de octubre de 2010

Places

Dans la porte des bâtiments
personne n'attend
à à personne
la face que je ne connais pas présente
le soleil seulement.

Si nous pleuvoir aujourd'hui
nous serons dans le lit
de trois places.

Il y a un jour tu as utilisé
le mot non viable
et il l'a détruit peu habitable
de ma langue.


Vociférons :
être le fils moins indiqué
lire le facundo en pointe
demander aumône en plus-que-parfait
aux ennemis une berceuse.

L'intimité avec la cafetière à un côté,
le tourne-disque reporté
par une bière il couronne,
les trains électriques passent par air
percevoir le mois passé.

Projets :
faire une natation en hiver
coudre des livres infantiles,
skier entre des fauteuils de ciné-club,
faire don du fourneau grand-- auteur.

Disciplinons les horloges
à prix de coût
j'appelle
flammes
disque astérisque
avec le petit doigt rasé.

Ne l'oublie pas : Althusser est une étude de cas.

jueves, 14 de octubre de 2010

¿Qué valor tendría escribir un libro sin rarezas?













Al igual que en

"Derrumbe", Daniel Guebel vuelve a poner el foco sobre la vida matrimonial. Su última novela, "Ella", publicada por Mondadori, relata una historia, donde el amor, la pareja y la supuesta armonia familiar, comienzan lentamente a desestablizarse.



La novela se inicia con la cotidianeidad de la vida en un country ¿Qué te resultó atractivo narrar de todo ese mundo?


Primero me interesó escribir libremente sobre un mundo de encierro y concentración, construido bajo los requisitos del confort y la calidad de vida: poner bajo la lupa a una serie de personas que buscan la seguridad a todo precio y que ven su vida perturbada precisamente por esa exigencia que los enloquece. Un country es, en algún sentido, un espacio donde los conejos se ponen por propia voluntad bajo la luz del cazador, encuentran su propio corralito para ser detectados fácilmente. Desde luego, no tenía gran preocupación por escribir una novela “realista”, sobre los temores de la clase media-alta contemporánea, sino más bien utilizar esos efectos para enrarecer la historia.

En “Ella” parecen convivir distintos géneros, el tono de la novela se desplaza entre lo costumbrista y lo fantástico ¿Cómo trabajaste esa rotación?


Omitamos lo realista, lo psicológico y la fábula oriental. No pienso el procedimiento como una rotación sino como una deriva. A llega a, digamos, Z, pero de Z no se vuelve a A, se pierde en el infinito de lo posible o de su interrupción. La convivencia, con suerte, agita al lector. ¿Qué valor tendría escribir un libro sin rarezas?

Hace poco leí que habías escrito una novela “conservadora”…¿ En qué lo percibiste?

Era una broma que quedó como título de la nota. Pero sí es cierto que de la lectura del libro puede desprenderse como conclusión que, por muy insatisfactorio que sea, el matrimonio es preferible a la separación. Al menos si quienes se separan son personas parecidas a mis personajes. Claro que para eso hay que parecerse a ellos, cosa que no recomiendo.

En ese sentido, entonces, puede pensarse como un libro en defensa de esa institución, visto el destino de los personajes fuera de esta.


¿No resulta paradójico el título “Ella”, donde lo predominante parecieran ser “Ellos”?


Ella es el motor inmóvil alrededor del cuál giran los ellos de la novela.

domingo, 3 de octubre de 2010

Y no es que Sarmiento resuelva sin más esta propuesta: el tironeo entre el romántico de 1840 y el positivista del '80, entre el despilfarro y las estadísticas, entre el Sturmer sanjuanino y el futuro estadista, será una tensión que recorra la totalidad de su viaje norteamericano. Es lo que va de sus museulosas tiradas a lo Whitman a su prolijo Diario de gastos: "Hotel en Buffalo, 75 eentavos"; "Vapor hasta Albani, 1 dólar"; "Limpieza de botas, 0,60", "Un pañuelo, 1 dólar". Su ascética contabilidad, se altera apenas con los repetidos "cigarros y frutas", como si su boca, excéntrica, renegara de su aprendizaje de austeridad. Módico consumidor inaugural que también trata de traducir sus deseos más cotidianos en números; y que al encolumnarlos aplicadamente se manifiesta no sólo como un inmediato consumidor, sino como solapado plagiario. (David Viñas. De Sarmiento a Dios)